Las siglas TTIP corresponden al Acuerdo
Transatlántico de Comercio e Inversión que están negociando en secreto Estados Unidos y
la UE. A pesar de la escasa información de la que se dispone, se puede constatar que este acuerdo esconde un ataque contra servicios públicos, derechos laborales, medio
ambiente y la soberanía de los pueblos.
Algunas de las
consecuencias de la aprobación del TTIP serían:
Privatización de servicios públicos
Tres
documentos secretos publicados en junio a través de Fíltrala demuestran lo que
ya se sospechaba. La Unión Europea está negociando con Estados Unidos, dentro
del marco de conversaciones sobre el TTIP, la liberalización de los servicios
públicos. Algunos de los que aparecen en los documentos son el saneamiento de
aguas, las mutuas, los servicios sociales, la sanidad o la educación, muy
codiciados por grandes empresas.
Ataques al medio ambiente
La
industria lleva años presionando para que Europa levante el “principio de
precaución”, que prohíbe ciertas sustancias y actividades peligrosas para el
medio ambiente. La armonización legislativa que implicaría el TTIP eliminaría
este principio. Las organizaciones ecologistas denuncian que su aprobación
significaría un espaldarazo para el fracking y los combustibles fósiles y menos
control sobre sustancias químicas y tóxicas que afecten a medio ambiente y
personas.
Llega la cooperación
reguladora
El
TTIP incluirá una cláusula de “cooperación reguladora”, un mecanismo que
consiste en armonizar las regulaciones y legislaciones a ambos lados del
Atlántico. Teniendo en cuenta la aplicación de este mecanismo en otros TLC y
los documentos filtrados hasta el momento, se teme que este mecanismo sirva
para revisar permanentemente a la baja los estándares sanitarios, laborales o
medioambientales a través del Consejo de Cooperación Reguladora.
La invasión de los
transgénicos
El
TTIP supondrá “la entrada de alimentos contaminados por transgénicos no
autorizados en la UE”, según Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción, que
se basan en documentos filtrados y el TLC ya firmado entre la UE y Canadá. La
normativa estadounidense no hace distinción entre los alimentos transgénicos y
los que no lo son, y tanto los lobbies de la industria como EE UU presionan a la UE para que levante su restricción sobre
muchos de estos productos.
Un millón de empleos menos
Según
un informe realizado a finales de 2014 por la Universidad de Massachusetts, el
TTIP supondrá la eliminación de 600.000 puestos de trabajo en Europa y Estados
Unidos. Otros informes manejados por la UE cifran la pérdida de empleos en un
millón en el mejor de los escenarios. Además, organizaciones sindicales han
denunciado a nivel europeo que el tratado también supondrá la pérdida de
derechos laborales y el dumping social.
ISDS, empresas contra los
Estados
Dentro
del TTIP se negocia la inclusión de la cláusula ISDS, presente en numerosos
tratados de libre comercio y de inversión y que permite a las empresas
extranjeras denunciar a un Estado cuando se sientan perjudicadas por su
legislación. El tribunal al que recurren la mayoría de las empresas, el CIADI,
depende del Banco Mundial. Ecuador tuvo que pagar en 2012 a la petrolera
Occidental 2.300 millones tras rescindir su contrato y ser denunciado por ella.
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